lunes, 28 de febrero de 2011

El olor a tinta sobre papel.

Creo que hemos perdido el norte, o al menos hemos dejado de tocar con los pies el suelo. Hemos desconectado con nuestras raíces de tal manera que dejamos de ser seres naturales para pasar a ser tecnológicos. Que reine el soporte digital y todos los documentos estén en la nube es algo muy peligroso. Entre otras, por una simple razón: Un corte de luz. Si se va la luz, las radios pueden seguir emitiendo e incluso los periódicos. No así pasaría con Internet.

Si el gobierno decidiese cerrar Internet y cortarlo, como vemos que está ocurriendo en algunos países, dejaríamos de tener acceso a ciertos documentos como es el caso del BOE (Boletín Oficial del Estado) susceptible en este formato de mucha más manipulación, y al que se le haya ocurrido la idea deberé tacharle de corrupto, imbécil o aspirante a ello.

El soporte en papel no ha quedado obsoleto, pero muchas de las cosas que ahora están ocurriendo dan a entender que es conveniente que se extienda esta idea. Y la mejor manera de ir calando es la del discurso ecológico. Desconozco hasta que punto es menos sostenible la producción de papel, por ejemplo, reciclado que la producción y mantenimiento de los equipos capaces de habilitar la comunicación vía Internet. Sin olvidar que un soporte no quita a su sucesor, sino que le da aún más valor.

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